La propuesta incorpora la cooperación como eje vertebrador para garantizar el arraigo real a la realidad local del sector turístico y agrario. Este proceso debe permitir: por un lado la apropiación del proceso por parte de las empresas locales del sector, lo que facilitará la concienciación y empoderamiento de éstas, y por otro lado, potenciar estructuras existentes como la red de economía social local y de producción y consumo ecológico (red Slow Food del Barcelona). Se propone un trabajo por sectores territoriales y tipologías de agentes de forma que las sesiones por afinidad resulten más operativas a la hora de generar sinergias de proximidad o temáticas.

Todas las acciones incorporan la perspectiva social de interculturalidad y género a nivel transversal. Asimismo se valoran también en función de las mejoras ambientales que generen en el entorno directo de las instalaciones así como otras mejoras de alcance transescalar como el fomento de una mayor biodiversidad (favorecer la flora y fauna local, combatir las plagas. ..), especialmente fomentando un paisaje diverso como el del mosaico agroforestal propio del Vallès Oriental, característico por su potencial de resiliencia frente a las perturbaciones como plagas, incendios e inundaciones.

Se plantea la elaboración de una metodología conjunta de evaluación para la adaptación al cambio climático para empresas objeto del encargo. En este sentido la propuesta:

1. Analiza desde una comprensión metabólica los vectores determinantes de la actividad económica realizada por la empresa, es decir, los inputs (recursos consumidos) y outputs (residuos generados) y su grado de gestión circular en cada uno de los siguientes vectores: agua, energía, movilidad, materialidad de las instalaciones y materia orgánica;desarrollando indicadores de referencia para evaluar el grado de sostenibilidad ambiental y, por tanto, de adaptación al cambio climático.
2. Evalúa la relación de estos vectores con los perfiles sociales vinculados con la actividad. Teniendo en cuenta aspectos transversales como la perspectiva intercultural y de género (actividades productivas y reproductivas dentro de la empresa), la inclusión de colectivos específicos, la diversidad de perfiles y la gestión de grupos entre otros.
3. Revisa como la actividad económica de la empresa ha evolucionado a lo largo del tiempo en relación con la gestión energética y material para, dado el caso de tener actividad continuada a lo largo del tiempo, poder sacar lecciones de modelos pasados (previos al uso de energías fósiles por ejemplo) y / o de otras empresas similares en el sector local.
4. Propone líneas estratégicas específicas dependiendo de la especificidad de la empresa (escala, vectores dominantes, condiciones específicas de la localización, estructura humana) para definir el plan de acciones y fomentar una mayor resiliencia a las perturbaciones ambientales para reducir el impacto en el cambio climático.