Concurso de Ordenación Urbana en el barrio del Rec en Igualada

El barrio del Rec se origina como una superficie agrícola utilizando la acequia como un sistema de irrigación de las huertas. Las curtidurías dan paso a un nuevo sistema productivo donde el Rec también acoge la función de canal de desguace. Actualmente la industria curtidora se ha reducido hasta un 30% dejando libre mucha edificación que supone un patrimonio inactivo. Frente a esta evolución, se propone un modelo de barrio que potencia los valores identitarios y productivos de cada etapa, ofreciendo un escenario que permite el intercambio del metabolismo social urbano, tanto a nivel energético como de recursos materiales y sociales, entre el Rec y el resto de barrios del municipio así como de reconexión con el territorio del entorno. La reactivación del barrio del Rec será el nuevo motor de futuro para Igualada.

Este intercambio metabólico se articula mediante las cinco arterias del Rec: nuevos conducto de circulación de agua, energía y personas. En cuanto al agua, las arterias recogerán agua pluvial de las cubiertas que se conducen por gravedad aprovechando la pendiente descendente de las calles hasta llegar al Rec donde se canalizará para ser redistribuida hacia las nuevas huertas, unas huertas que permitirán abastecer las hortalizas de los comedores escolares de Igualada. El excedente de estos caminos de agua se retorna finalmente al curso fluvial de la Anoia, favoreciendo así e cierre del ciclo del agua.

En relación a la energía, se propone reactivar las curtidurías vacías para convertirlas en estaciones de producción energética renovable local como un District Heating, pudiendo utilizar como materia prima las más de 35.000 T anuales de biomasa que se calcula que se encuentran disponibles en el entorno próximo, pudiendo cubrir así al menos 50% de la demanda térmica de Igualada. Por otro lado la instalación de placas fotovoltaicas en las cubiertas del Rec permitirá cubrir el 26% del consumo eléctrico de la ciudad.

A nivel de movilidad y accesibilidad, se proponen mejoras ambientales vinculadas a la progresiva limitación y contención del uso del automóvil que contemplan limitar la velocidad de la ronda, reconvertir el espacio de estacionamiento en espacio público y productivo situando tres puntos de estacionamiento reversibles en un futuro. Se mejorará la accesibilidad en el barrio con la inserción de intercambiadores en puntos estratégicos vinculados también a las arterias como ejes de comunicación peatonal, tanto dentro del espacio urbano como de reconexión con el resto del territorio y su entorno natural.

El proceso plantea iniciar con una primera fase de detonantes metabólicos del proyecto (2017-2025): las intervenciones en las escuelas y equipamientos, las mejoras en la accesibilidad y movilidad, la recuperación de superficies de producción agrícola y la rehabilitación energética y creación de centrales de biomasa. Para, a continuación, seguir en una segunda fase de profundización en el cierre de ciclos materiales (2025-2030): desarrollando la red de captación de aguas pluviales y fortaleciendo el modelo de barrio productivo permitiendo que la ciudad se convierta en autosuficiente en producción y abastecimiento energético.

Esta propuesta, como un documento de debate, requerirá de un proceso participativo dando continuidad con el ya iniciado previamente en el concurso de ideas y en paralelo a este, en continuidad con las dinámicas socio-culturales y económicas de Igualada. Se propone introducir en este debate a las escuelas como un proyecto pedagógico con el objetivo de incorporar a los futuros usuarios del barrio en la gestión productiva y proactiva de sus recursos.

Los entornos de la Anoia son pasturados por rebaños de ovejas que participan en su limpieza realizando un servicio ecosistémico tradicional sostenible. El modelo urbano que se plantea propone el aprovechamiento de los recursos existentes y su gestión tradicional en continuidad con las dinámicas territoriales, aportando innovación en la revaloración de estas dinámicas.